Réne Préval se encamina hacia la presidencia de Haití Viernes 10 de febrero - PUERTO PRINCIPE (AFP)
El ex primer ministro del gobierno de Jean Bertrand Aristide, Réne Préval, dio un importante paso hacia la reconquista de la presidencia de Haití al obtener el apoyo de más del 60% de los votantes tras el recuento del 15% de los sufragios emitidos en los comicios del martes.
Según el Consejo Electoral Provisorio, el ex jefe de Estado entre 1996 y 2001 obtiene, sobre la base de esos resultados parciales, el 61,6% de los votos, muy por delante de sus adversarios, el ex mandatario Leslie Francois Manigat (13,4%) y el industrial Charles Henri Baker (6,13%).
"Los hechos hablan", resumió un responsable de la ONU que solicitó el anonimato, al recordar que la base electoral de Préval la constituye la inmensa mayoría de los pobres que vive en Haití, quienes conforman el 77% de los 8,5 millones de habitantes, según cifras de organismos internacionales.
Los resultados definitivos del acto electoral no estarán disponibles hasta dentro de varios días.
La primera elección presidencial organizada desde la caída en febrero de 2002 del ex presidente Jean Bertrand Aristide estuvo marcada por el entusiasmo extraordinario de los electores, que tomaron con paciencia una vasta desorganización para poder ejercer sus derechos ciudadanos.
Poco antes del anuncio de los primeros resultados, los rivales de Préval veían como una fuerte posibilidad el hecho de pasar a una segunda vuelta.
"Tengo la impresión de que habrá una segunda vuelta", dijo Baker, de 50 años y quien ocupaba el segundo lugar en las encuestas previas a los comicios y que ahora luce como el gran perdedor de acuerdo a los resultados parciales.
"Hoy, las posibilidades de una segunda vuelta, que parecía débil al comienzo, se transforman en más y más fuertes", destacó por su parte Manigat, de 75 años.
En su feudo de Marmelade (norte), Préval, de 63 años, espera los resultados definitivos con serenidad. Seguro de lo que hizo, no expresaba ningún tipo de dudas antes del escrutinio sobre su capacidad para ganar las presidenciales.
"Nunca había visto tanto ardor, tanto fuego, tanto entusiasmo entre la población", había dicho Préval a la AFP dos días antes del acto electoral.
De pequeña estatura y un rostro enmarcado por una barba blanca, el ex presidente detesta el protocolo y los largos discursos y disfruta el estar en contacto con el pueblo.
Sus allegados aseguran que la ruptura está consumada con su ex aliado Aristide. Pero esa relación aún permanece en la ambiguedad y Préval nunca excluyó categóricamente un retorno de Aristide a Haití desde su exilio en Sudáfrica.
Las grandes potencias occidentales, que presionaron al ex sacerdote a abandonar el poder, admiten las inmensas expectativas de una población extenuada por 30 años de dictadura de Duvalier y de 20 años de crisis signadas por los golpes de Estado. El desafío es enorme para Préval, según reconocen.
En lo inmediato, la ONU no está lista aún para abandonar el país más pobre del continente americano. Ya se habla de una extensión por seis meses del mandato de su fuerza de 9.500 cascos azules y policías internacionales.
El jueves, la Misión de estabilización de la ONU en Haití (Minustah) lanzó "un llamado a la calma y a la paciencia" a la población, que aguarda los resultados finales del escrutinio por parte del Consejo Electoral Provisorio.
Según un responsable de la ONU, los cascos azules fueron blanco de disparos el miércoles en el violento barrio de Cite Soleil, en Puerto Principe, en el primer incidente de ese tipo desde las elecciones.
"De manera directa o indirecta, Préval tiene el control de las bandas armadas en Haití", dijo un funcionario de la ONU que requirió el anonimato. "Eso es una buena cosa desde el punto de vista de la seguridad", agregó.
Para los observadores internacionales, las primeras elecciones tras la salida del poder de Aristide se desarrollaron de forma libre y demostraron que los haitianos quieren la "normalidad democrática".
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